Opinión | El Jugador Número 13

Relaciones tóxicas

Trofeo de la Euroliga.

Trofeo de la Euroliga. / L. O.

Tras la dulce resaca de conseguir el segundo título seguido en dos temporadas del Unicaja, hubo una derrota ante el Lenovo Tenerife nada anormal tras la fiesta y ni descansar ni entrenar. En el partido de la antepenúltima jornada de la Liga Regular en la ACB ante el UCAM Murcia, se pudo ver un equipo que brilló otro día más de una manera que va a hacer que los cajistas no queramos que acabe nunca la temporada 2023/24.

Siendo de Málaga, a nadie se le puede escapar que el horizonte de deseos mentales de más de uno está en ver al Unicaja celebrando un hipotético título de liga un día que no llueva en el mes de junio, después de haber derrotado a Real Madrid, Barça o cualquier osado grupo de gente con camiseta de tirantes que se ponga por delante de los chicos de Ibon Navarro.

Y seguro que lo piensan, porque el equipo está dando muestras de hacerlo todo bien, y aunque todo sea muy difícil, las primeras rondas de play off son una auténtica moneda al aire al decidirse todo en tres partidos como máximo, y como mejor nos va a ir es no dando superioridades por descontadas, que por aquí somos de esa manera y corremos el riesgo de creernos mejores que nadie.

Y es que somos así, y aún habiendo ganado menos FIBA BCL que Lenovo Tenerife y San Pablo Burgos, que tienen dos campeonatos, volvemos a hablar de la necesidad de dejar esa competición tan mala y saltar a la Euroliga.

Para ello, ha ayudado la entrevista que la semana pasada concedió al Diario As el Consejero Delegado de la Euroliga, Paulius Motiejunas, el cual, ante la pregunta de Juan Jiménez sobre una posible vuelta del Unicaja, indicó: «No veo por qué no pueden volver si deciden venir a la Eurocup»

A ver, por si alguien ha olvidado algunas cosas, todo esto del tema organizativo del deporte profesional no va ya de esforzarte, darlo todo y salir victorioso. eso pertenece a un pasado tan lejano como imposible de volver a repetir. La Euroliga que nos deslumbra con un juego sobresaliente no piensa siquiera en el Unicaja. «El club de Málaga perdió en su día la oportunidad de quedarse entre la élite cuando dejó la famosa Licencia A, algo a lo que una parte importante de medios no le dio importancia, y que para saber lo que significó para el club tenemos que bucear hasta la figura del entrenador de entonces, Joan Plaza, porque se le dejó como único interlocutor cara al exterior, algo digno de una organización muy, muy pequeña.

Olvídense de los resultados deportivos para reivindicar nada, porque puedes ganar lo que sea, que las circunstancias van a ser diferentes para unos u otros. Quedar campeón de liga no te sirve más allá del alegrón: no vas a estar entre los mejores, aunque les ganes a varios de ellos. Da igual una trayectoria inmaculada como club, un crecimiento sólido, estable y paulatino, como no estás entre el grupo de listos que se juntaron en el momento exacto, vas a verte abocado a una expulsión, aunque haya otros que lo hagan peor que tú, algo a lo que se ven expuestos esta temporada Valencia, Virtus, Partizán, Estrella Roja o Alba Berlín, porque el deseo principal se ha cumplido: París Basketball ha ganado la Eurocup y no van a «hacerse un Gran Canaria», renunciando a participar, así que uno de ellos dejará la Euroliga.

Es inútil tener una masa de aficionados arraigada, estable, fidelizada y creciente, si están entre los buenos, no importa que tengan un pabellón de más de 50 años, con menos aforo del requerido y que se caiga a trozos, se les va a pasar la mano como al Palau Blaugrana. No importa que París Basketball (campeón de la Eurocup y deseado nuevo miembro) y London Lions (en todas las oraciones para la temporada que viene) hayan rozado de manera agónica los tres mil espectadores de media en sus partidos, no se va a contar con el Unicaja.

No sirve sacar pecho por volver a ser una alternativa a los clubes de Euroliga en la Liga ACB, al menos dos temporadas consecutivas, con tres equipos entre los propietarios y el Valencia Básket con todo a su favor (salvo la proliferación de equipos españoles), no hay interés alguno en dar cobijo otra vez a un equipo que se dejó ir voluntariamente por falta de ambición desde los despachos, ¿montar una competición europea con un tercio o una cuarta parte de los participantes del mismo país?... por favor, esperen un rato antes de conducir.

Lo digo en serio, moverse de la FIBA BCL a la Eurocup, no lo veo. Ya hablé del tema en el mes de febrero y no veo jugadores y equipos de nivel suficientes para alimentar la calidad. Y lo que realmente me enoja es que no haya una mínima intención de reducir la discusión y hacer una especie de segunda división de la Euroliga a través de la unión de las otras competiciones.

De todas maneras, habida cuenta que lo único que les importa es el negocio y las invitaciones son para completarles el plano deportivo a los que mandan (el dinero se lo reparte sólo entre los propietarios), hay que revisar convenientemente todo, para dejar claro hacia el exterior las decisiones que se tomen y seguir disfrutando de lo que se vive ahora. Porque, igual que lo malo que recuerdo pertenece a un pasado que hay que velar por no repetir, lo que tenemos en algún momento finalizará, aunque eso sí, habrá otro día después.